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MediosEl marketing en los despachos de abogados: ¿El enemigo en casa?

El marketing en los despachos de abogados: ¿El enemigo en casa?

Qué importantes son los departamentos de marketing, comunicación y desarrollo de negocio para los despachos de abogados. Pero ¿se les da realmente la importancia que merecen?  Nuestro compañero David Muro, ofrece su punto de vista, en base a su experiencia, para el medio de comunicación Industria legal.

En palabras de David «en líneas generales mi sensación es que no se les presta la atención que merecen.» Sin el diseño de una estrategia sólida, la realidad es que todo vale, depende de cómo se mire ¿Cómo saber si estamos cumpliendo con los objetivos marcados?, ¿si estamos llegando a buen puerto? Resulta vital un perfecto alineamiento entre los socios del despacho y los responsables de estos departamentos y no siempre se da esta premisa.

«La persona responsable del marketing y la comunicación debe tener perfectamente claros los objetivos del despacho, a partir de los cuales se marcarán sus propios objetivos, las acciones necesarias a desarrollar y, por supuesto, un presupuesto ad hoc para poder llevarlas a cabo», destaca.

El marketing requiere de inversión, y no se ha de ver únicamente como un gasto

David explica que la inversión de tiempo de calidad de los profesionales del despacho es igual de importante que los recursos económicos o humanos que se asignen al departamento. «Tenemos claro que el tiempo de calidad con el que cuenta un abogado para desarrollar acciones de marketing es muy limitado, pero con una planificación adaptada a cada profesional y a cada departamento, en la que prevalezca la continuidad frente a la cantidad, el despacho se vería muy reforzado en materia de marketing, comunicación o BD».

Tampoco hablamos de hombres o mujeres orquesta

Es imposible que este perfil sepa de todo. De lo que se trata es de que sean profesionales con actitudes y aptitudes para poder diseñar y organizar un plan ad hoc, con conocimientos de marketing y comunicación, como no, pero sin pretender que puedan estar diseñando un dosier corporativo a la vez que organizando visitas comerciales para los socios.

Un activo fundamental para los despachos, que no siempre es valorado en su justa medida. Lo que me lleva a hacerme la pregunta: ¿Está el enemigo en casa? Si quieres leer el contenido completo, pulsa aquí.

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