10 consejos para que las publicaciones de LinkedIn de tu despacho tengan mayor alcance
Hoy en día, el entorno online se antoja vital para cualquier despacho que quiera crecer, y creemos firmemente en las posibilidades que ofrece a firmas pequeñas, medianas y grandes. Dentro de este entorno cabe destacar que el papel de las redes sociales cumplen una función esencial como “altavoz» de nuestras comunicaciones con nuestros potenciales clientes, y son un excelente referidor de tráfico a la página web corporativa, destacando LinkedIn como la red idónea para realizar networking y optimizar la prospección de clientes, ideal para despachos cuya actividad se oriente al mundo de la empresa.
LinkedIn es la red social por excelencia, y cuenta con más de 600 millones de usuarios en todo el mundo (12 solo en España). Además, alberga más de 30 millones de perfiles de empresas, lo que la hace el mayor portal de networking on line.
Si cuentas con una cuenta personal o profesional en LinkedIn lo ideal es que tengas muy claros los objetivos y, sean cuales sean estos, debes hacer un uso adecuado de tu cuenta, ya que esta red te permite crear un clima favorable en torno a la marca, lo que en el medio y largo plazo puede servir para atraer talento y, como no, oportunidades comerciales. Ahora bien…
¿Cómo podemos hacer que nuestras publicaciones lleguen al máximo de usuarios posibles?
Vamos a ver algunos puntos básicos para potenciar la visibilidad e impacto de tus publicaciones:
Primer paso: tener una estrategia
Todo se debe hacer bajo el paraguas de la estrategia. ¿Nuestro público objetivo está en LinkedIn? ¿Qué imagen queremos dar? ¿Qué queremos comunicar? ¿Cómo? ¿Cuándo? Antes de empezar a trabajar LinkedIn hay que fijar las bases y tener respuesta a estas cuestiones para poder obtener los resultados que se buscan.
Una vez que se cree el perfil corporativo se debe cuidar el SEO -optimización para buscadores- del perfil. Es decir, trabajar bien la URL, el titular, la descripción del puesto y el apartado “acerca de” de cara, también, a dar una buena primera impresión. Intenta crear una introducción atractiva para que el usuario quiera seguir en tu perfil y descubrir más publicaciones.
Se trata de conseguir fans
No empieces la casa por el tejado. Si acabas de crear tu cuenta corporativa, lo primero que tienes que hacer es invitar a todos tus contactos a seguirla a través de tu cuenta personal. En este sentido es muy importante tener claro que la cuenta corporativa se ha de retroalimentar de las cuentas personales de los miembros de la firma, ya que es más fácil interactuar con personas que con empresas. Fija un día al mes en tu agenda y haz nuevos contactos, para ir consiguiendo más y más audiencia. Es importante el perfil a quien envías la invitación, no invites a gente “al tuntún”. Intenta que esas personas de alguna manera tengan relación con los servicios que presta el despacho, como por ejemplo, periodistas, potenciales colaboradores, clientes, potenciales clientes, etc. A medida que vayas ampliando tu red de contactos, irás notando el aumento de interacciones con tus posts, por lo que estás trabajando la visibilidad de marca y, con el tiempo, la reputación.
Dale vidilla a tu cuenta
Una vez que consigas una nutrida comunidad de contactos, organiza tus publicaciones para mantener viva tu cuenta. El «cuánto» es tan importante como el «qué». LinkedIn está muy atento a la actividad de las cuentas, por lo que dinamizarla y generar contenidos de forma recurrente tiene mucho peso a la hora de que la red decida si enseña tu contenido a más usuarios (aunque hay más factores, como veremos más adelante). No vale con publicar una vez cada varias semanas/meses porque retrocederás todo lo que has avanzado a nivel de visibilidad. La continuidad es clave.
Testea formatos
A día de hoy, LinkedIn te da las herramientas necesarias para que juegues con ellas de cara a averiguar qué formato le gusta más a tus seguidores. Intenta no publicar un texto sin un documento visual, estarás desaprovechando oportunidades. Interactúa y conoce a tus seguidores con encuestas, facilita documentos visuales como PDF´s o diapositivas para completar la información y atrae todas las miradas con imágenes.
¿Cuándo público?
Se suele decir que los mejores días para publicar son los martes, miércoles y jueves. Sobre las horas, hay un rango que siempre funciona mejor, de 8:30h a 12:30h. Aunque en realidad debido a la implantación del teletrabajo en muchas empresas los horarios han cambiado, y no está tan claro que exista un intervalo horario idóneo, dependerá de tu público objetivo.
Ojo con el engagement y las dos primeras horas de vida de la publicación…¡Atent@s!
Las tres primeras horas
Cuando posteas, LinkedIn sólo muestra tu post los primeros minutos a un pequeño grupo «de prueba» de tus seguidores. ¿Por qué hace esto? El objetivo de esta estrategia es medir el valor de nuestro contenido. Si tiene muchas interacciones en las dos primeras horas, le dará mayor visibilidad. Si no es así, apenas lo enseñará porque lo habrá catalogado como una publicación poco interesante. Si LinkedIn le da el ‘ok’ a tu publicación, ampliará la audiencia enseñando tu post a un mayor número de contactos de tu red y a personas en la red de aquellos que se han involucrado en tu post.
El valor de las reacciones
Las reacciones en tus posts son lo más importante. Si consigues reacciones es, en primer lugar, porque tu contenido interesa. Es útil y práctico y de esta forma LinkedIn lo irá mostrando a un mayor número de usuarios en la red. No todas las reacciones son puntuadas por LinkedIn de la misma forma, por ejemplo, es mejor un comentario que un simple “recomendar”. Intenta incentivar los comentarios y no te olvides de contestarlos (sobre todo en las dos primeras horas). ¡Todo suma!
Despierta el interés y haz que LinkedIn se entere
El tiempo de permanencia es la medida del tiempo que la gente pasa mirando tu publicación. Cuanto más atractiva sea la publicación, mayor será el tiempo de permanencia en ella por parte de los usuarios. Crea contenidos de calidad e intenta que los usuarios pulsen en “saber más”. Es la pestañita que aparece una vez publicas un contenido que supera las 3 líneas. El usuario tiene que pulsar esa pestañita para poder leerlo todo. Es una de las señales que le das al algoritmo para evaluar positivamente el post.
El poder de la etiqueta
¿Vas a un evento? ¿Colaboras con un tercero? ¿Compartes un artículo de un periodista o compañero que te ha parecido muy bueno? ¿Participas en unos premios? ¡¡Etiqueta!!
Las personas etiquetadas verán que les mencionas o que compartes contenido suyo e incluso que les das la enhorabuena. Seguramente interactúen con tu publicación y, como he recalcado antes, LinkedIn te premiará por valorarlo como un contenido de calidad. Además, cuando otra persona interactúa con tu publicación, aparecerá tu post en el tablón de novedades de su red de contactos. Por lo que si etiquetas y consigues la interacción de esta persona, recibes un aumento en tu alcance que oscila entre un +10% a un +15%.
Retroalimentación con la marca corporativa
A parte de interactuar con los seguidores de tu cuenta corporativa aprovecha y comparte las publicaciones del despacho a través de tu perfil personal. De esta manera los seguidores pondrán cara a la marca. Y también hazlo al revés: comparte los post con tu perfil personal.
En conclusión, y respondiendo a la pregunta inicial “¿cómo podemos hacer que nuestras publicaciones lleguen al máximo número de usuarios posible?”, lo que debemos hacer es aprovechar los mejores momentos para publicar, crear contenido de calidad recurrente utilizando los diferentes formatos que nos permite la red e intentar que tenga el mayor número de interacciones en las dos primeras horas. Con las estrategias correctas, es posible construir autoridad y reconocimiento para el despacho. ¡No te rindas! ¡Constancia y tiempo al tiempo!
Responsable de desarrollo de negocio.